Matallana

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A mediados de Enero, partimos a recorrer un parte de ruta de nuestro libro de cabecera «rutas Toyota». Es un recorrido que algunos habíamos realizado en parte.

Quedamos -como siempre que vamos hacia el Noreste- en la famosa gasolinera de Alcalá de Henares. (la barata).

A esta cita, pudimos asistir los siguientes:

Angel y Ana (Super Toyoton)
Santi con Lizán de magnifico copiloto / navegante (Toyota/winch).
Mauricio e hipotética señora (Terrano Total)
Jorge y Maripi (Super Mercedes G)
Fernando y Tatane (Merche G)

Después de desayunar partimos hacia el pueblo de Retiendas para iniciar el recorrido por un angosto y antiguo camino de carros que fue poniendo a tono, tanto a los vehículos, como a los pilotos.

Llegamos a Tamajon sin más incidentes que las risas y comentarios propios desde las emisoras. Iniciamos la subida / trialera de Valverde, con buen animo y «sin mariconadas». Mauri y su Terrano TT, lucharon un poco, pero subieron sin mas problemas. Los demás con tacto y al «tran-tran», excepto Jorge que va al ralenti y sin bloqueos (a el le gusta).

Continuamos la ruta y comimos unas deliciosas viandas en una explanada preciosa y con buenas vistas de todo el macizo montañoso donde se encuentra el pico Orejón.

Después de pasar por el Pantano de El Vado, llegamos a La Vereda, que es un pequeño pueblo rehabilitado y allí paramos a hacer fotos y divisar mas paisajes, de lo que no falta en este viaje.

Nuestro ultimo objetivo era el de ascender por la famosa ( no la conoce nadie), cuesta de Matallana, como iba siendo un poco tarde, nos pusimos en marcha por la pista de El Cardoso y desembocamos en Colmenar de la Sierra, para realizar desde allí una breve ascensión y cruzar posteriormente el río Jaramilla por un puente y una pista cementada con gran inclinación, pero sin ninguna dificultad.

Desde aquí, abordamos un camino con una gran pendiente hacia – de nuevo- el río que cruzamos antes, con el fin de vadearlo esta vez.

Bajaba bastante agua (70 cm) y lo fuimos cruzando poco a poco, con la emoción que este hecho conlleva. Al otro lado nos esperaba la gran cuesta que conocían «perfectamente» Tatane y Fernando.

Una vez en la otra orilla, procedimos a estudiar el «escalón» que nos esperaba antes de iniciar la subida. En eso estabamos, cuando iniciaban la bajada unos colegas con un par de «Ges» una pick up y otro TT. Después de cederles el paso e intercambiar los saludos pertinentes, se arranco Santi, y al segundo intento subió la cuesta sin mas dificultades. Todos subimos sin problemas, excepto Mauri que tuvo que recular un par de veces para coger impulso, dejando el Terrano en tres ruedas y escuchando las voces admiradas de las chicas ante tamaña valentía y arrojo del piloto.

El coche y Mauri, acabaron subiendo, pero hubo que darle un empujón animal por parte de todos los que nos encontrábamos allí. Desde aquí, agradecer a los compañeros que nos cruzamos en la ruta y que empujaron de lo lindo.

Después de las emociones, continuamos a Matallana, y de vuelta al Pantano de El Vado, donde dimos por concluida la ruta.

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