De El Bierzo a Portugal

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Tenemos por delante el puente de El Corpus y queremos aprovecharlo haciendo 4×4. Empezamos por salir a una hora «decente» pues nuestra primera parada será en Jiménez de Jamuz (ya en tierras leonesas) concretamente en el restaurante Bodega el Capricho donde degustaremos su famosa carne de buey. Llegamos justo a la hora de comer. Se nos unen el hermano de Marilyn y sus dos hijos pequeños, después de comer con nosotros continuaran camino hacia Galicia.

El restaurante es una pasada , son una serie de antiguas cuevas naturales excavadas en el terreno, muy bien decoradas. Pasamos por la cocina y podemos ver en vivo las gigantescas chuletas de buey que luego pasaran a nuestros estómagos. Tomamos unos chuletones lógicamente compartidos, pimientos asados, unas verduritas plancha y papas fritas un par de botellas de vino del Bierzo y los postres, todo muy bueno, pero a la hora de la cuenta nos la clavan en «to lo alto» 80 € por persona y desde luego no salimos de la comida lo que se dice empachados.

Continuamos nuestro camino pero antes el dueño insiste en que le acompañemos a ver de dónde sale su materia prima y nos lleva a la dehesa donde tiene a las enormes bestias, el más pequeño rondara los mil kilos y hay alguno que seguramente rondara los mil quinientos.

Ya estamos dándole a la trialera y a la pista , cuando el camino se ve interrumpido bruscamente por un talud buscamos otra pista que nos acerque a los puntos, pero en montaña esto no es tan fácil, por fin encontramos una y cuando llevamos un buen rato circulando por ella nos encontramos con un árbol caído, no hace falta moverlo con el winche pues no es demasiado grueso. Con cuidado eso si pasamos todos pero la sorpresa nos espera más adelante no hay un árbol caído si no que hay media docena formando una autentica jungla por la que no se puede pasar de ninguna manera. Damos media vuelta, por ahí no se pasa, volvemos a pasar por encima del árbol caído, pero Antonio le da demasiado al acelerar al pasar y el coche se cruza dejándole con la trasera colgando del talud. Se intenta auto rescatar con su winche pero la última vez que lo uso (hace años) se debió enrollar mal y no sale ni para adelante ni para atrás, Santi tiene que dar la vuelta y haciendo un reenvío a un árbol sale a la primera. Esta siendo una jornada magnifica para los que nos gusta navegar, pues tienes que irte inventando los caminos a cada paso, una gozada.

Nos cuesta lo nuestro encontrar alternativas a esa pista pero al final lo logramos, pero hay subir una cuesta con piedras muy sueltas, una cuesta de las que crean adicción. Segunda reductora, pedal de gas a fondo y dando unos tumbos de consideración y con las piedras saltando a nuestro alrededor como si tuviesen vida propia logramos coronar, eso sí al segundo intento

Ya por pistas más suaves y siempre rodeados de un paisaje fantástico de montañas y valles verdes legamos al final de la jornada Villa Franca del Bierzo.

En el hotel las Doñas del Portazgo todo estupendo, incluida la atención de su escaso personal y unas habitaciones realmente buenas.

Aquí se nos unen la hermana y la sobrina de Santiago para cenar con nosotros en un bareto de la plaza, un poco de cecina, unas papas, empanadillas y croquetas. Un buen rato de parloteo ya que la temperatura es fresca pero agradable y a dormir., que mañana nos daremos un buen pateo visitando las Medulas y tenemos que estar fresquicos.

Viernes

Un buen desayuno y a la plaza a esperar a Luis que se nos incorpora con Sonia y las niñas. Puntual como siempre, en cuanto llega le decimos adiós a Villafranca y salimos. Pisteando y sin mayores problemas llegamos a Las Medulas objetivo del viaje.

Dejamos los coches en el aparcamiento e iniciamos un pateo de un par de horas en las que nos enteraremos de como los romanos en los 250 años que explotaron estas minas a cielo abierto llegaron a extraer 1.500.000 de kilos de oro, removiendo no menos de 500 millones de metros cúbicos. Se necesitaron entre 40.000 o 60.000 obreros, entre manumitidos, suministradores, guardianes etc., etc.

Impresionante ver como literalmente reventaban una montaña primero horadándola (minándola) para después inyectarla agua desde la parte superior hasta que el minado hacia que todo se desplomase, arrastrando las tierras auríferas a los lavaderos donde extraían el oro.

Terminada la visita volvemos a los coches bajo un sol de justicia y en el bar de la entrada al recinto Antonio nos invita a unas cervezas bien frías y una tapa de cecina de León. Salimos a buscar un sitio para comer y encontramos una explanada que nos viene de perlas para estrenar el magnífico toldo que Santi ha comprado. Realmente es un señor toldo, es como una especie de paraguas, se monta en tres minutos y bajo su sombra comemos 8 adultos y 3 niños.

Se escuchan truenos en la lejanía y de repente se pone a llover, nosotros debajo del toldo en la gloria, damos buena cuenta de la ensaladilla, de los boquerones, del tocino tres vetas y de todo lo habido y por haber, está claro que la caminata ha despertado nuestro apetito.

El toldo se recoge igual que se monta, en un decir amén y reanudamos la marcha por algunos caminos muy cerrados por vegetación abundante. Se hace difícil encontrar las pistas que nos lleven hacia los puntos, algunas de estas pistas tienen la apariencia de no estar pisadas en muchos años, al final desembocamos en una subida muy fuerte que termina en una cresta. Es muy parecido a una duna, cuando el coche está en la cresta solo ves el cielo y tienes que intuir donde están las roderas de la salida, todos la subimos sin más problema aunque a base de exprimir el motor.

Desembocamos en la carretera que corre paralela al río Oza y que se adentra en el Valle del Silencio. La carretera tiene prohibido el paso a camiones o autocares y es que cuando te cruzas con otro coche hay que orillarse en un arcén que prácticamente no existe, con un camión sería imposible pasar. Llegamos a Peñalba de Santiago precioso pueblo de montaña al pie de los montes Aquilanos un paseo por sus calles admirando sus casas con techos de pizarra. La lluvia está respetando la visita al pueblo que por otra parte es muy pequeño, en la actualidad solo 15 vecinos.

Visitamos su iglesia mozárabe, lo único que queda del antiguo monasterio donde se retiro buscando el silencio San Genadio. Nos preguntamos si podríamos ir a la gruta que le sirvió de retiro pero son unos tres kilómetros de ida y vuelta y si bien la tormenta nos esta respetando los rayos y truenos que vemos y escuchamos nos disuaden. Ya estamos de nuevo en marcha y vuelve a llover y discurrimos por pistas invadidas por la maleza, todo esta verde

Por fin llegamos a lo que será nuestro hospedaje en Quintanilla de Losada Es un pequeño hotel Virgen de Viforcos limpio y acogedor , una ducha y a cenar.
No hay gasolinera en el pueblo y Adolfo tiene que que hacer otros 15 kilómetros para llenar su tanque, nosotros le acompañamos pues debe llevar el gasoil que cabe en las tuberías.

La cena está muy bien, y el personal muy agradable, luego un buen rato de charla y a dormir.

Sábado

No tenemos que madrugar demasiado de manera que salimos al campo sobre las 10 de la mañana. Rápidamente tomamos las pistas que nos llevaran hasta el lago de Sanabria por la parte sur. Pero las pistas están rebeldes y no hay forma de dar con una que nos saque del atolladero en que nos encontramos, por si fuera poco el coche de Adolfo quiere dar la lata y rompe la trasmisión delantera. El coche podría seguir camino con la transmisión trasera pero no creemos que sea buena idea circular con un coche en ese estado. Nos reunimos y tras algunas llamadas Adolfo llama a la grúa. En cuarenta y cinco minutos (lo que tardamos en comer) la grúa se presenta y se lleva el coche. Adolfo continuara con nosotros concretamente en el coche de Antonio que va solo.

De nuevo en marcha y llegamos al lago de Sanabria que está bien lleno y algunas personas se están bañando o paseando en patines acuáticos.

Un par de fotos y por carretera hasta Padornelos donde iniciamos la subida al monte. Es una pista rota, rota, rota y muy pesada, ir a más de 10 máximo 15 kilómetros hora significa maltratar el coche y a sus ocupantes. Pasamos el primer lago y su presa y por fin llegamos a divisar desde una buena altura el Lago de Sanabria. Aunque la pista que nos bajaría al lago está en los mapas no es practicable en T/T, eso ya lo sabíamos de modo que volvemos sobre nuestros pasos para hacer la pista tortuosa.

Ahora tenemos que cruzar a Portugal por una pista poco clara pero es la mejor opción que tenemos, avanzamos por ella y en el horizonte se ve una nube de humo negro y justo esta hacia donde nosotros vamos. Nos cuesta Dios y ayuda encontrar una pista que nos cruce la frontera con Portugal los navegantes una vez más tienen que ponerse las pilas, no sin esfuerzo lo logramos y encima el fuego está debajo nuestro en el valle y un helicóptero portugués está intentando apagarlo tomando agua de una laguna cercana aunque las llamas son bastante grandes y el cubo del helicóptero parece ser demasiado pequeño.

Nosotros encontramos una carretera que según dice el navegador en unos 40 kilómetros nos llevara a Braganza donde dormiremos. Se trata de un Ibis por cierto de los mejores en los que he dormido, habitaciones más amplias de lo normal y todo en orden como siempre en esta cadena hotelera. Preguntamos en recepción y la señorita que nos atiende nos recomienda para cenar una churrasquería «Brasa Viva» se llama y allí que nos vamos. Nos cuesta encontrarlo y al final una señora que está tomando algo en una terraza deja la charla con sus amigo y su familia y nos acompaña a la churrasquería con la amabilidad que caracteriza a los portugueses. Cenamos carne en abundancia, pollo, cerdo, costillas lomo, unas ensaladas, patatas etc., etc. por muy poco dinero y siempre muy bien atendidos. y nos vamos paseando al hotel para bajar un poco tanta comida.

Domingo

Hoy tampoco hemos madrugado, no tenemos campo, por lo que una vez desayunados nos vamos para España y tras una parada para poner gasoil y otra para picar algo llegamos a la hora de comer en casita y en mi caso de hacer una siesta de pijama y orinal. Lo hemos pasado como siempre en grande. Gracias en esta ocasión a Santi que es el que ha preparado toda la movida.

Gregorio (Escuderos4x4.com)

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